Las relaciones diplomáticas entre Moscú y la OTAN pasan por uno de sus peores momentos en los últimos años por culpa de la disputa política de Rusia contra varios países de la antigua órbita soviética, como Polonia, Lituania o la República Checa, además de la propia Estonia. Los intentos de la potencia por retener parte de la influencia sobre ellos se han concretado en los últimos años en disputas en las que los acuerdos comerciales y los recursos energéticos han sido utilizados como armas políticas. Internet parece ser la siguiente de la lista.
"Es un problema de seguridad operacional, algo que nos estamos tomando muy serio", dice en declaraciones al diario británico una fuente oficial de la OTAN en su cuartel general de Bruselas (Bélgica), y añade que "afecta al núcleo de la forma de operar de la Alianza".
La alerta de la organización militar ante los ataques atribuidos a Rusia se ha producido justo cuando falta un día para la cumbre entre líderes de Rusia y Europa, razón por la cual, siempre según el diario, la Alianza ha sido muy cuidadosa de no ir tan lejos como las autoridades de Estonias, y no ha acusado a los rusos directamente.
Jaak Aaviksoo, el ministro de defensa de Estonia reconoce en el diario que "actualmente, la OTAN no define los ciber-ataques de forma expresa como una acción militar, por lo que las provisiones del Artículo V del Tratado", las relativas a la defensa mutua, "no se extenderían automáticamente" al caso de Estonia. Eso sí,Aaviksoo añade que esta es una cuestión "que tendrá que ser resuelta en el futuro".
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